El intendente destacó el cumplimiento de los protocolos y pidió una "válvula de escape" en la nocturnidad para evitar las fiestas clandestinas. "Los más chicos no se van a quedar viendo Netflix porque les digamos que no salgan", dijo. El aumento de los contagios, el sistema sanitario, la temporada y los controles.
Por Hernán Kloosterman
El cumplimiento de los protocolos, los controles y la preocupación por las fiestas clandestinas son los ejes de la primera evaluación que hace Guillermo Montenegro del inicio de la temporada.
El intendente de Mar del Plata asegura que a pesar de la suba de casos, el sistema sanitario no está estresado y considera que el esquema de fases que implementó el gobierno provincial es “de otro momento”.
Mano a mano con LA CAPITAL, expresó preocupación por las fiestas clandestinas, adelantó que insistirá para que se habilite alguna actividad nocturna y dijo que la solución es “controlar la recreación”.
“Los más chicos no se van a quedar viendo Netflix porque les digamos que no salgan”, argumentó.
La temporada, los controles, la posibilidad de retroceder de fase, las cuentas pendientes y los objetivos del 2021, en una entrevista exclusiva.
-¿Cómo ve el inicio de la temporada?
-Es una temporada absolutamente atípica. No hay con que compararla. La última fue la mejor en 20 años, esta es una temporada en pandemia. Nadie se va a salvar pero creo que es importante desde lo económico, desde lo emocional y me parece que se hizo en esos términos. Cuidando la salud, el trabajo, con el cumplimiento de los protocolos. Obviamente cuando está regulada la actividad es mucho más fácil el control. El problema lo tenés con la clandestinidad. Al no haber válvulas de escape para los más chicos, ellos se generan una válvula de escape por su lado. Esto tiene que ver con que de alguna manera, los más chicos no se van a quedar viendo Netflix porque les digamos que no salgan. Eso va a ocurrir. Y trabajar en una recreación responsable, entiendo que es la forma. Vamos a ir atrás del problema que no es sólo sanitario.
-¿Qué salida se evalúa para la recreación nocturna?
-Hoy está absolutamente prohibido. En algún momento se había hablado de reuniones de hasta 200 personas pero se fue para atrás. Nosotros vamos a seguir trabajando en el control, pero estamos yendo atrás de un problema. No es que no tengas posibilidad de controlarlo, pero los más chicos lo van a seguir haciendo.
-¿El municipio puede habilitarlo mediante un decreto o se necesita un acuerdo político?
-Más que un acuerdo político es ver lo que está ocurriendo y entender la realidad. La mejor forma de llevar adelante una solución es controlando la recreación de forma que se eviten los contagios y se cuide a la gente.
Montenegro aseguró que el sistema sanitario de la ciudad “no está bajo estrés”.
-¿Hubo charlas para avanzar en ese aspecto?
-Siempre lo planteo y lo vamos a seguir haciendo. Creo que es importante. Ya el verano pasado, sin pandemia, teníamos fiestas clandestinas. Vamos a seguir trabajando en el control pero pensamos que de alguna manera, algún tipo de válvula de escape tenemos que generar.
-¿Hay preocupación por la suba de los contagios?
-Tuvimos 14 semanas que fueron a la baja y en las últimas casi tres semanas hubo un aumento considerable de casos también. Cuando ves el rango de edad de los que se han contagiado, es gente más joven y esto hace que no impacte en el sistema sanitario. Evaluamos todo y el sistema sanitario hoy tiene 21 camas de Covid. Obviamente uno no quisiera que haya nadie, pero no está bajo estrés el sistema, en una ciudad de cerca de un millón de habitantes.
Al haber más movimiento de gente, hay más circulación del virus. Es natural que ocurra y no pasa sólo en la ciudad.
-O sea que preocupa, pero no hay una situación de alarma.
-Sí, preocupa pero la mejor forma de ir monitoreándolo es seriamente todos los días ver cuál es la situación. Hoy no está bajo estrés el sistema y podemos seguir en esta situación pero siempre pidiéndole a la gente que se cuide mucho porque esa es la mejor forma de cuidar el laburo.
“Vamos a seguir trabajando en el control, pero estamos yendo atrás de un problema. No es que no tengas posibilidad de controlarlo”.
-El gobierno provincial afirmó que está vigente el sistema de fases y advirtió sobre un eventual retroceso. ¿En una ciudad turística como Mar del Plata eso sería el final de la temporada?
-Me parece que no es entender Mar del Plata. Mar del Plata no es una ciudad turística, es una ciudad con turismo. Son cosas distintas. Y me parece que el hecho de las fases es de otro momento. En este momento, lo más importante es el cuidado de las actividades y la responsabilidad del cumplimiento de las protocolos. Tiene que ver con ese 26% de desocupación que después con la apertura de actividades se bajó ostensiblemente pero sigue siendo superior al del año pasado. Es un trabajo que tenemos que seguir haciendo, pero no veo una posibilidad de que haya un retroceso de fase en la situación actual.
-¿Qué evaluación hace de los controles que se están realizando?
-Todas las actividades que tienen protocolos, incluso e la playa pública, el nivel de cumplimiento es importante. El marplatense ya lo tiene claro, al turista se le explica y en la gran mayoría de los casos no hemos tenido problemas, en algunos sí, que hay gente que se enoja. Es turismo en nuestra ciudad, en pandemia. Hay que tenerlo claro por eso se han peatonalizado distintos sectores. En esos lugares el control es importante pero es más fácil, porque ya está claro.
-¿Cómo se trabaja en la coordinación?
-Trabaja personal municipal, la Cruz Roja, la bonaerense, la policía federal. Hay una mesa de control donde trabajan distintas áreas de gobierno, donde también está el SAME. Hay un grupo importante para coordinar y articular y no repetir esfuerzos en lugares y que falte en otros.
“El esfuerzo que hizo el marplatense fue muy grande. Nosotros llegamos a tener un 26% de desocupación. Fue un golpe durísimo”.
-¿Alcanza el personal?
-Los marplatenses ya tenemos más claro los lugares donde puede haber problemas. Tenés 43 kilómetros de costa y eso es algo que te genera alguna complejidad y es donde más hay que poner el ojo. Pero está claro que es un desafío. Y el mayor desafío es coordinar y articular y en eso hay un buen diálogo.
-Pasó un año muy difícil, ¿cuál es la expectativa para el que empezó?
-Fue uno de los años más difíciles y lo que nos deja es un nivel de compromiso de los marplatenses de solidaridad y laburo en conjunto que es importante. Este año tiene que ser distinto. Es un año en el que tenemos que estar a la altura de las circunstancias todos. El esfuerzo que hizo el marplatense fue muy grande. Nosotros llegamos a tener un 26% de desocupación. Fue un golpe durísimo. Cada fuente de trabajo en la ciudad para nosotros es clave.
-Es un año de elecciones. ¿Se puede pensar en esa instancia?
-No. Me parecería una falta de respeto para la gente. Que yo esté pensando en las elecciones es una falta de respeto. No lo puedo explicar ni en mi casa. Distraer mi tiempo en eso, me parece una falta de respeto. No es para escapar pero les tengo que dedicar tiempo a los problemas de la ciudad y pensar en las elecciones lo veo lejísimo.-
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